PORQUE LA MUJER IMPORTA
Junto a Núria Sardá, directora creativa de Sarda, descubrimos cómo se 'confecciona' ese proceso creativo de lencería que ayuda a las consumidoras a expresar su verdadero 'yo'.
Hace 62 años que Andrés Sardá rompió los estándares de la lencería, por entonces poco variada. La marca, hoy renombrada Sarda (antes Andrés Sardá), "se ha distinguido de las demás con diseños inesperados, desafiando constantemente los límites tradicionales de la lencería". Son palabras de Núria Sardá (Barcelona, 1968), hija del fundador y actual directora creativa de la empresa familiar que desde este pasado mes de agosto estrena una nueva era, igual de inesperada y atrevida pero con un ADN de cimientos firmes. Con ella hablamos de diseño, funcionalidad, revolución, y, sobre todo, de darle a la mujer las herramientas que no sabía que necesitaba para elevar su personalidad a la máxima expresión, porque la lencería Sarda es atrevida, es sexy, es inesperada. Y ya está aquí.
Antes de liderar el departamento creativo pasó por el de exportación de la marca. ¿Qué aprendió?
Me enseñó quiénes eran nuestros clientes, dónde vendíamos, quién era nuestra competencia y cuáles eran nuestros puntos fuertes. Obtuve conocimiento del consumidor y mucha inspiración de la moda internacional, y esa fue una base fantástica para luego, junto a mi padre, aprender todo el saber hacer de la casa. Él me enseñó a superar constantemente los límites de la lencería tradicional, realmente tenía una visión de diseño inesperada.
¿Y cómo se ve internacionalmente la moda española?
Cada vez se considera más creativa y sin límites. Gracias a los diseñadores y las marcas increíbles que tenemos, al estilo atrevido de las recientes series y películas españolas populares y a algunas celebridades e influencers (españolas) con un estilo muy único. Ese todo muestra que las mujeres españolas realmente se atreven a vestir de una manera inesperada y creativa.
Y Sarda hace propuestas inesperadas, en diseño y negocio. ¿Dónde cree que está el valor de la firma?
Creo que haber puesto siempre a la mujer y sus circunstancias en el centro de la empresa es lo que nos hace diferentes. También tener un estilo propio, único, diferente al resto, que sigue siendo nuestro ADN pero evoluciona con los tiempos. Desde el principio nuestra marca se ha distinguido de las demás con diseños inesperados, que desafían los límites tradicionales de la lencería. Es moda sin prisas. Sarda ofrece calidad, está diseñada y confeccionada de forma ética y convence a la consumidora con lencería que no sabía que quería hasta que la vio. Sarda no sigue tendencias, sino que crea su propio camino.
"SARDA DA A LA CONSUMIDORA UNA LENCERÍA QUE NO SABE QUE QUIERE HASTA QUE LA VE. SARDA NO SIGUE TENDENCIAS, CREA SU PROPIO CAMINO" Núria Sardá
Con la funcionalidad como uno de los valores de marca. ¿Puede Sarda acompañarnos durante todo el día?
Completamente. Nuestros diseños se adaptan a las necesidades de la mujer, son funcionales y transformables. Es fundamental. Podemos empezar el día en la oficina, hacer una comida de trabajo, ir al gimnasio por la tarde y salir a cenar por la noche. Creamos lencería que puedes usar en cualquier lugar y como quieras: debajo de la ropa, parcial o totalmente visibles como prendas exteriores. Siempre pensamos en nuestra consumidora dinámica cuando diseñamos, porque ella siempre está en marcha, lo quiere todo, y nuestros productos tienen que adaptarse a ese estilo de vida.
Así que la marca invita a la mujer a ser ella misma.
Y lo hacemos proponiendo cada temporada las colecciones que, creemos, te van a gustar, los patrones que te van a sentar bien y van a ser cómodos. Cuando te pongas nuestras piezas, debes sentirte genial. Los estilos de Sarda son inesperados y atrevidos, pero llevables. Somos una marca tan dinámica como las mujeres que la llevan; por eso, la comodidad no es una opción, sino un estándar.
Créditos finales:
Fotógrafa: Vanessa Montero